De vuelta a clases
Para entender por qué la yuca tiene tal poder, primero debemos entender la importancia que tiene la escuela cuando se trata de afrontar el trabajo infantil. Es menos probable que los niños que estudian tengan que hacer trabajos difíciles o peligrosos en las fincas de cacao de sus familias.
En teoría, la educación está al alcance de todos. En lo que se refiere al trabajo infantil, UNICEF afirma que “la educación primaria universal podría ser el instrumento más efectivo para enfrentar este reto”. Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es que, para 2030, todos los niños y niñas terminen la educación primaria y secundaria. La clave es hacer que la educación sea accesible para la mayor cantidad posible de personas.
En Costa de Marfil, Nestlé trabaja con el gobierno y los proveedores para que haya más acceso a la educación. Al aliarnos con World Cocoa Foundation, la empresa ha construido y renovado más de 40 escuelas en el país.
El poder del cambio
La contribución de las mujeres en la producción de cacao en Costa de Marfil no obtiene reconocimiento. Los hombres son los que están registrados como miembros de cooperativas de agricultores y son quienes reciben el pago por la cosecha. Lo que la mujer recibe depende de su relación con el hombre.
Los estudios demuestran que las mujeres tienen más control sobre el presupuesto familiar y los patrones de gasto cambian de modo que benefician a los niños. Se invierte más en alimento y educación, y menos en alcohol y cigarros.
Por lo tanto, se deduce que, si se ayuda a las mujeres a ganar más por las actividades que realizan, existen más posibilidades de que ese dinero se gaste en la familia y en enviar a los niños a la escuela.
Nestlé unió esfuerzos con la International Cocoa Initiative (ICI) para ayudar a que las mujeres ganaran lo suficiente para pagar por la educación de dos hijos.
Generar ingresos
Esto nos trae de vuelta a la pequeña yuca. En África Occidental, tradicionalmente la cosechan las mujeres. Ayudarlas a desarrollar pequeños negocios de cultivo de yuca encaja con las prácticas culturales del área.
Además de cultivar la yuca para el consumo familiar, parte de la cosecha se puede vender, lo cual proporcionaría un ingreso directo para la mujer.
De acuerdo con el Director Ejecutivo de ICI, Nick Weatherill, el esfuerzo vale la pena. “En los lugares en los que ya tenemos proyectos en marcha, los resultados iniciales han sido alentadores. Las mujeres a las que hemos ayudado están ganando más dinero del que necesitan para enviar a dos de sus hijos a la escuela”.
Nuevo equilibrio de poder
Ayudar a que las mujeres obtengan sus propios ingresos no cambia por completo sus vidas ni la de sus comunidades.
Pequeños cambios como este podrían hacer una gran diferencia en nuestros esfuerzos por enfrentar el problema del trabajo''.Sandra Martínez, Directora Global del Negocio de Chocolates para Nestlé.
En el año 2014, únicamente un vivero de cacao creado por el Plan Cacao de Nestlé estaba dirigido por una mujer. Un año después, ocho están dirigidos por mujeres y habrá más en el futuro.
Tal vez la yuca no sea el típico héroe en la batalla contra el trabajo infantil, pero, al empoderar a las mujeres, se empodera a los niños y a las comunidades. Esto beneficia a todos.
